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Em breve informações sobre nossas pesquisas

Nuestras prácticas de referencia - ACT

ACT son las siglas de Acceptance and Commitment Therapy (Terapia de Aceptación y Compromiso), una de las terapias conductuales contextuales más destacadas. Creada por Steven C. Hayes, Kirk D. Strosahl y Kelly G. Wilson en 1999, cuenta con innumerables estudios científicos y se recomienda para diversas afecciones clínicas.

Los procesos de este enfoque se han aplicado en diversos contextos y grupos. Un gran ejemplo es el protocolo de gestión del estrés "En momentos de estrés, haz lo que importa", de Russ Harris y colaboradores, recomendado por la Organización Mundial de la Salud.

Utilizamos estos procesos de la psicología conductista moderna para intervenir en grandes grupos.

Intervención

La intervención se denomina  “Autoayuda más” - (SH+ de la sigla en inglés Self Help Plus)" o "En tiempos de estrés, haz lo que importa". Se trata de un programa de cinco sesiones de grupo semanales de 90 minutos cada una. Es la intervención de gestión del estrés de la Organización Mundial de la Salud para personas en condiciones adversas. SH+ fue creado por Russ Harris (2016) y desarrollado por su equipo, formado por Kenneth Carswell y JoAnne Epping-Jordan en la dirección del proyecto SH+, Teresa Au, Felicity Brown, Claudeye Foley, Claudia García-Moreno, Cary Kogan y Mark van Ommeren en el diseño y desarrollo, Julie Smith en las ilustraciones, David Wilson en la edición del texto, Alessandro Mannochi en el diseño gráfico, Sanjo Ogunseye en la narración de audio en inglés y Ophel Riano en el apoyo administrativo.

La versión en portugués de Brasil, fue traducida por Maria Heleneide Carlos Maia y adaptada por Michaele Terena Saban-Bernauer, que también realizó la narración sonora en portugués. La revisión en portugués corrió́ a cargo de Jonas Filho.

Pruebas Empíricas

Es el resultado de una investigación reciente que utiliza el protocolo "En tiempos de estrés, haz lo que importa":

  • Tol, W. A. y sus colegas (2020) investigaron el efecto del protocolo en mujeres refugiadas de Sudán en Uganda. El ensayo clínico aleatorizado estudió a 694 mujeres refugiadas divididas en dos grupos: las que recibieron la intervención en grupos de 20 a 30 mujeres (331 participantes), y el resto recibió́ la atención habitual (363 participantes). La intervención estaba compuesta por el audio del protocolo, un facilitador que mediaba en los ejercicios propuestos y el libro de apoyo. Se realizaron cinco sesiones semanales de 90 minutos y las medidas se recogieron una semana antes de la intervención, una después y a los 3 meses de seguimiento. Las medidas primarias fueron el estrés (mediante la escala Kessler 6) y las secundarias, los problemas personales declarados, el estrés postraumático, los síntomas de depresión, los sentimientos de ira, las interacciones sociales con otros grupos étnicos, la funcionalidad en la vida diaria y el bienestar. Los resultados fueron una gran mejora en el estrés después de 3 meses de la intervención (en comparación con el grupo de control) y en cinco de las ocho medidas secundarias, también 3 meses después de la intervención. Concluyeron que el protocolo tenía un efecto considerado en la reducción del estrés en las mujeres refugiadas sudanesas en Uganda, independientemente del nivel de estrés y de las condiciones traumá1cas (Tol, W. A. et al., 2020).

  • Acarturk, C. y colegas (2022) inves1garon el protocolo en Turquía con refugiados recién llegados de Siria debido a la guerra. El objetivo de la intervención era prevenir los trastornos psicológicos debidos al estrés que experimentaba esta población. La inves1gación se llevó́ a cabo en dos regiones de Turquía con 642 refugiados adultos procedentes de Siria que experimentaban estrés pero no tenían diagnóstico de trastornos psiquiátricos. El ensayo clínico controlado aleatorizado se dividió́ en un grupo que recibió́ la intervención de cinco sesiones dirigida por dos facilitadores y la atención habitual (322 participantes) y otro que solo recibió́ la atención habitual (320 par1cipantes). Las medidas primarias fueron la presencia de trastornos psicológicos seis meses después de la intervención (medidos mediante la Mini Entrevista Neuropsiquiátrica Internacional), y las secundarias se compusieron de la presencia de trastornos psiquiátricos después de la intervención, estrés, síntomas de estrés postraumático, depresión, objetivos personales, funcionalidad en la vida diaria, bienestar y calidad de vida después de la intervención y seis meses después. Los resultados concluyeron que el protocolo es una intervención muy válida para la prevención de los trastornos psiquiátricos, reduciendo su evolución en casi un 50% tras seis meses de intervención en comparación con el grupo que sólo recibió́ atención habitual (Acarturk, C. et al., 2022). En cuanto a las medidas secundarias, las posteriores a la intervención no fueron significativas, pero seis meses después se observaron beneficios en los síntomas depresivos, los objetivos personales y la calidad de vida (Acarturk, C. y colegas, 2022).

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